Investigadores de la Universidad de Arizona han revelado una conexión sorprendente entre la temperatura corporal de un animal y su probabilidad de evolucionar hacia una dieta herbívora. El estudio, publicado en Global Ecology and Biogeography, analizó datos de 1,712 especies de tetrápodos, que incluyen anfibios, reptiles, aves y mamíferos, encontrando un patrón claro: los animales con temperaturas corporales más altas son más propensos a adoptar una dieta basada en plantas. Este descubrimiento ofrece nuevas perspectivas sobre la evolución de las dietas animales y podría modificar la comprensión científica de cómo y por qué ciertos animales desarrollan dietas herbívoras.
El estudio, liderado por el profesor John Wiens, de la Universidad de Arizona, sugiere que la relación entre la temperatura corporal y la herbivoría está vinculada a los desafíos digestivos únicos que implica una dieta basada en plantas. Wiens explicó que las temperaturas corporales elevadas pueden ser esenciales para mantener las bacterias intestinales que descomponen la celulosa, el principal componente de las paredes celulares de las plantas. Este vínculo entre la temperatura corporal y el microbioma intestinal podría ser clave para entender por qué algunas especies están mejor equipadas para adoptar y mantener dietas herbívoras.
Kristen Saban, autora principal del estudio y estudiante de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Arizona, explicó que investigaron varios factores que podrían influir en la evolución de la dieta, como el tamaño corporal y los patrones de actividad diurna o nocturna. Sin embargo, la temperatura corporal emergió como el factor más crucial en la predicción de la evolución de una dieta herbívora. “Lo que encontramos fue que la temperatura corporal es algo así como un requisito para evolucionar hacia una dieta herbívora. No vimos herbívoros que no tuvieran una temperatura corporal alta, generalmente por encima de 86 grados Fahrenheit”, comentó Saban.
El estudio también ilumina la línea temporal de la evolución de la herbivoría, mostrando que esta dieta es relativamente reciente en comparación con la antigüedad de los tetrápodos. Aunque los tetrápodos han existido durante 350 millones de años, los grupos herbívoros actuales tienen menos de 110 millones de años, coincidiendo con la expansión de las angiospermas, las plantas con flores que hoy representan el 90% de todas las especies vegetales.
A pesar de la prevalencia de los herbívoros en la actualidad, la investigación revela que la herbivoría es un rasgo inestable en términos evolutivos. Los investigadores observaron múltiples casos de especies que revirtieron de dietas herbívoras a carnívoras. Este fenómeno de reversión fue tan común como el origen de la herbivoría, lo que sugiere que, una vez que una especie evoluciona hacia una dieta herbívora, no necesariamente mantiene este hábito alimenticio a largo plazo.
Los hallazgos del estudio abren nuevas vías para la investigación futura, especialmente considerando que muchas líneas evolutivas de herbívoros más antiguas, como los dinosaurios herbívoros, no han persistido hasta la actualidad. El estudio destaca la importancia de la temperatura corporal en la evolución de las dietas animales y sugiere que algunos grupos de herbívoros actuales podrían volver a evolucionar hacia dietas carnívoras.
Publicación científica de respaldo:
Saban, K. E., & Wiens, J. J. (2024). Diet evolution and body temperature in tetrapods: Cool old carnivores and hot young herbivores. Global Ecology and Biogeography. https://doi.org/10.1111/geb.13900
0 Comments